בדרך להחלמה “The Road to Recovery” o en español “Camino a la recuperación¨ es una ONG israelí que recluta voluntarios israelíes para llevar a los palestinos que requieren un tratamiento vital desde los puestos de control hasta los hospitales israelíes. Con 1200 voluntarios que brindan 20 000 viajes al año, es la organización más grande de este tipo. La creciente comunidad, de palestinos e israelíes, trasciende la política al brindarles a las personas la oportunidad de cambiar la vida de los demás a través de un simple gesto: un viaje en automóvil.
Aunque la distancia física puede medirse en unos pocos kilómetros, bien podrían convertirse en un millón: un viaje imposiblemente complejo y costoso para cientos de padres palestinos que se encuentran indefensos frente a una enfermedad que tiene tratamiento… si tan solo podrían alcanzarlo.

Yuval Roth nunca planeó iniciar un movimiento. Más bien, cuando su hermano murió en un ataque terrorista en 1993, se unió al Foro Israelí-Palestino de Familias en Duelo. Allí conoció a Muhammed Kabeh de Yabed, y los dos se hicieron amigos de inmediato.
Un día, Muhammed llamó a Yuval y le preguntó si podía hacerle un favor y llevar a su hermano desde un puesto de control fronterizo al Hospital Rambam de Israel. Sin pensarlo dos veces, Yuval lo hizo. Poco después, comenzaron a llegar solicitudes similares. Y de esta manera, de una simple amistad y una gran necesidad, nació el movimiento.
Yuval reconoció inmediatamente una necesidad. Los palestinos, en su mayoría niños, necesitaban tratamientos médicos serios que no estaban disponibles en Cisjordania o Gaza. La Autoridad Palestina pagaría por la atención necesaria en Israel, pero la logística y los costos de transporte de ida y vuelta quedan a cargo de cada familia.
Yuval rápidamente se encontró manejando y organizando viajes, y la actividad se convirtió en una organización que coordinaba miles de viajes al año. Pronto, la red se convirtió en una comunidad de voluntarios israelíes y palestinos, pacientes palestinos y hospitales. La generosidad de los donantes hizo posible reembolsar la gasolina a los conductores y ofrecer formas adicionales de apoyo a los pacientes, como adquirir equipo médico ambulatorio especializado y organizar retiros de rehabilitación y recuperación para pacientes y sus familias en destinos israelíes.

Desde el exterior es tan solo un viaje. Pero lo que sucede en los corazones de las personas involucradas no se puede describir con palabras. Cuando reúnes a dos adultos y un familiar enfermo, seguramente un niño, la política, la religión y hasta el idioma se desmoronan, los prejuicios se rompen, los muros se derrumban y el instinto paterno los une en un esfuerzo conjunto centrado en una cosa: salvar el niño. De repente, dos personas en lados opuestos de un conflicto están del mismo lado, trabajando juntas para salvar una vida.
Cuando reúnes a dos adultos y un familiar enfermo, seguramente un niño, la política, la religión y hasta el idioma se desmoronan, los prejuicios se rompen, los muros se derrumban y el instinto paterno los une en un esfuerzo conjunto centrado en una cosa: salvar el niño.

Estos encuentros uno a uno dan lugar a pequeños y tranquilos tratados de paz, conversaciones e interacciones entre israelíes y palestinos que, de otro modo, nunca podrían llegar a acuerdos entre sí. Durante estos paseos en coche, las personas son simplemente personas, colaborando por una causa humana.
Los traslados hacia el hospital – Donde sucede la magia
Naama Gorali directora (voluntaria) de la organización nos cuenta que la realidad de las familias que se suben a los autos es sumamente difícil. En general siempre hay niños con enfermedades oncológicas y en una situación extremadamente delicada. “Ellos viven en una realidad muy difícil, no solo por el control militar, sino también porque el sistema de salud palestino no es bueno” afirma con sensibilidad.
Es una población muy desfavorecida por la realidad y nosotros simplemente nos encontramos, seres humanos. “People to people” y en el encuentro, en esos traslados sucede la magia.
“Es algo muy emocionante. En la mayoría de los traslados los niños y sus acompañantes se quedan dormidos. Piensa que se han levantado a las 4 am porque nuestro voluntario los recoge a las 5 am desde el puesto de control. Pero cuando ellos se quedan dormidos yo siento un honor enorme por que entiendo que ellos se sienten seguros de dormir en mi auto.
Hay otros traslados en donde se escucha musica, y otros en los que se habla. A veces veo que es la primera vez que los niños ven el mar entonces decido frenar para ir por un momento a la playa. En los viajes suceden muchas cosas, en general cuando las personas ingresan a los autos de los voluntarios israelies el clima es muy bueno, es muy positivo. No se habla de política en el auto.
Como es posible dejar la política a un lado durante el viaje?
Nosotros no hablamos de política. No nos interesa la política, es tan complejo el tema y tenemos voluntarios de todo el espectro político israelí, de derecha y de izquierda, incluso colonos.
Entiendo que no hablen de política pero su organización trabaja en un contexto especifico. ¿Cómo hacen para obviar ese contexto?
Como te dije, tenemos voluntarios colonos, voluntarios con Kipa en la cabeza y que votan por partidos de derecha en el parlamento israelí. Es verdad que la mayoría de nuestros voluntarios son de izquierda pero tenemos bastantes voluntarios que son de derecha. Nosotros recibimos con las manos abiertas a todo aquel que desea voluntarizarse en nuestra organización. Dejamos la política afuera de los autos.
Valoramos principalmente el encuentro entre las personas, por que son encuentros en donde se vence al odio, al miedo y a todos los preconceptos que la política nos pone a nosotros ya ellos (israelíes y palestinos). Ayudamos a nuestros vecinos y construimos otra narrativa.
Hacemos esto porque creemos en una vida de paz y alegría para todas las personas de la región y del mundo. Aca en Israel y en Palestina y en general en todo Medio Oriente existe mucha violencia, miedo, dolor, luto y odio, pero nosotros en nuestra organización deseamos recordarnos a nosotros y a los demás que todos somos seres humanos. Si dejamos a un lado todo lo que nos enseñaron sobre el otro y nos encontramos en un automóvil nos daremos cuenta que todos queremos vivir en paz y estar sanos. Todos a veces necesitamos ayuda y ayudarnos los unos a los otros es una enorme Mitzva (buena acción).
Si dejamos a un lado todo lo que nos enseñaron sobre el otro y nos encontramos en un automóvil nos daremos cuenta que todos queremos vivir en paz.
Naama Gorali , Directora de la organización.
Yehudit Kol-Inbar, voluntaria israelí cuenta que “Cada viaje es una experiencia humana emocionante que nos enriquece y da perspectiva y proporciones a los acontecimientos de nuestra propia vida”.
“Desde que me uní a Road to Recovery y comencé a llevar a pacientes palestinos y sus acompañantes desde el puesto de control de Erez (frontera con la franja de Gaza) a hospitales israelíes, siento que me han dado un regalo para toda la vida. Cada viaje es parte de una cadena humana, y nosotros somos los eslabones en esa cadena que ayuda a las personas en apuros Cada viaje es una experiencia humana emocionante que nos enriquece y le da perspectiva y proporciones a los eventos de nuestra propia vida Creo que a través de los viajes estamos agregando otra capa y fortaleciendo los cimientos para una vida de esperanza, paz y la cooperación con nuestros vecinos palestinos”.
Muhammad Benigama, padre de Rena, quien fue conducida a hospitales por voluntarios de la ONG durante cuatro años afirmo: “Me dio la sensación de que entre los israelíes hay personas que tienen buenos pensamientos e intenciones, y que de alguna manera todos podremos trabajar juntos y vivir juntos. Esta emoción, esta nueva esperanza, es muy difícil de expresar y de traducir en palabras”.
“Los voluntarios de Road to Recovery hicieron posible el viaje todos los días y, gracias a eso, sobrevivió”.
Naim El Baida, ahora coordinador de los servicios de conducción en la Autoridad Palestina para la ONG
Uno de los beneficiarios palestinos cuenta: “Vine por primera vez a Road to Recovery porque un pariente joven, Karam, tenía un tumor en la cabeza y se sometió a una cirugía en Ramallah. El tratamiento allí no fue suficiente y su situación se estaba deteriorando rápidamente. Casi al borde de la muerte, le aconsejaron que buscara tratamiento en el Hospital Tel Hashomer en Israel. Pero su padre vino a mí, llorando: “¿Cómo encontraré dinero para estos viajes diarios en taxi?” Por un mes, costaría algo así como 10,000 NIS (3000 dólares estadounidenses). No había forma de que pudiera permitirse eso. Su padre es policía de la Autoridad Palestina, gana solo 2.000 NIS al mes y tiene que mantener a toda su familia. Era como si Karam hubiera sido sellado para morir. Luego, los voluntarios de Road to Recovery hicieron posible el viaje todos los días y, gracias a eso, sobrevivió. Sus voluntarios eran como ángeles del cielo, salvando a alguien a la deriva en el océano de la perdición”.
“Esta organización y toda la gente hermosa del Hospital Rambam me salvaron la vida dos veces. La primera vez, por cáncer. La segunda vez, de ser una fanática de mente cerrada”.
CHALED ZYUD, palestina sobreviviente de cáncer, ahora profesora en la aldea palestina Silat al Harthiya
Zubin metha el director de orquesta indio que de 1981 a 2020 fue director musical de la Orquesta Filarmónica de Israel y es considerado uno de los directores de orquesta vivos más importantes del mundo, se sumo a uno de los viajes y esta es su experiencia:
Para conocer mas sobre la labor de la ONG pueden entrar a su pagina web: https://www.theroadtorecovery.org.il/
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