Iom Ierushalaim, el día de Jerusalem es el día en que Israel y la gran mayoría del pueblo judío en todo el mundo celebra la reunificación de la ciudad de Jerusalem tras la guerra de los seis días.
Fueron 6 días de intensos combates en donde 6 países unieron fuerzas con el objetivo declarado de “borrar a israel del mapa”, sin embargo israel prevaleció y habiendo tomado el control de la ciudad de Jerusalem tomó una desicion única en su tipo para la historia de Jerusalem: respetar a todas las religiones que conviven en la ciudad sagrada.
Durante su larga historia, Jerusalem fue destruida al menos dos veces, asediada veintitrés veces, capturada y recapturada cuarenta y cuatro veces, y en 52 oportunidades atacada por ejércitos enemigos.
El pueblo judío durante años anheló el regreso a la ciudad sagrada de Jerusalem, en cada Pesaj (la pascua judía) decimos “el año que viene en Jerusalem” , en los casamientos judíos los novios rompen una copa en conmemoración a la destrucción del templo de Jerusalem, los tres rezos diarios judíos son con la mirada y el corazón mirando hacia a a Jerusalem.
Dicho todo esto, no fue hasta 1967 que los judíos finalmente tuvieron acceso a su sitio más sagrado y pudieron ejercer su libertad religiosa.

Ahora bien, todos las potencias extranjeras que ocuparon la ciudad se caracterizaron por destruir los sitios de culto de las religiones precedentes y concentraron todos su esfuerzos en borrar toda huella de cultura ajena. Siguiendo esa tradición, Jordania destruyó entre 1947 y 1967 decenas de sinagogas en la ciudad vieja de Jerusalén e impidió a millones de judíos de todo el mundo acceder a su sitio sagrado, el Muro de los lamentos.
Tras la guerra de los 6 días, Israel capturó la ciudad vieja de Jerusalem y desde entonces hasta nuestros días (en mayor o menor medida) la política es tendiente a garantizar el libre acceso a todas las religiones y el respeto por el derecho a la libertad religiosa de todos sus habitantes.
No solo los judíos pueden acceder finalmente y luego de años de exilio al Muro de los Lamentos , los musulmanes pueden ingresar a la Mezquita de Al Aqsa y los cristianos al Santo sepulcro. Este es un status quo en donde las tres religiones conservan sus espacios religiosos libre de interferencia.
La condición necesaria para este status quo es la soberanía israelí sobre Jerusalem. Ningún otro país, estado, reinado, imperio ha garantizado la libertad a todas las religiones, solo Israel.
Pero, ¿qué tiene que ver todo esto con Iom Ierushalaim?
Que justamente hay quienes intentan socavar la idea de soberanía israelí sobre Jerusalem. Extremistas palestinos alentados por Hamas, la Jihad Islamica palestina y grupos afines ven en Iom Ierushalaim y los festejos la excusa perfecta para incitar a las masas en contra de Israel.
“Al Aqsa está en peligro” es el slogan más utilizado en las últimas décadas. Sin embargo: ¿ha habido un cambio sustancial en el status quo sobre la mezquita?. La respuesta es que no. En consecuencia, el eslogan es tan solo una utilización política para incitar al odio y al derramamiento de sangre. Quienes lo utilizan son incitadores y quienes lo amplifican cómplices.
Dicho esto, también es verdad que durante los festejos de Iom Ierushalaim hay una minoría de jóvenes nacionalistas judíos que se sienten con el derecho a gritar “muerte a los árabes” o a provocar a los habitantes árabes/musulmanes de Jerusalem.
Ese comportamiento es inaceptable. Es un discurso de odio muy peligroso para toda sociedad democrática y esos jóvenes que creen que con su fanatismo fortalecen la soberanía de Israel deberían entender que por el contrario, la debilitan. La soberanía de Israel está basada en los valores judíos y democráticos.
Como judíos sabemos lo que significa ser minoría en países extranjeros, es por eso que es imperioso respetar a las minorías en Israel, el país judío.
La soberanía no solo implica el derecho de todo estado a decidir sus políticas dentro de sus fronteras, sino también, la responsabilidad de proteger a todos sus habitantes. Como democracia, no es aceptable ningún discurso de odio ni incitacion sin importar de donde provenga.
Iom Ierushalaim, otra vez la misma historia , la historia de la guerra de los 6 días y sus implicancias actuales, la historia de los festejos y las provocaciones, la historia de las verdades y el relato, la historia de Jerusalem.
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