La hermana del líder supremo de Irán criticó su gobierno “déspótico” y apoyó las protestas provocadas por la muerte de Mahsa Amini, en una carta publicada el miércoles por su hijo.
Las protestas se han apoderado de Irán desde que Mahsa Amini, una iraní de origen kurdo de 22 años, murió el 16 de septiembre después de su arresto en Teherán por una supuesta violación del estricto código de vestimenta de la República Islámica para las mujeres.
Teherán dice que más de 200 personas han muerto en los disturbios, pero la organización no gubernamental Iran Human Rights, con sede en Oslo, dice que las fuerzas de seguridad del país han matado al menos a 458 manifestantes, incluidos 63 niños.
El líder supremo, el ayatolá Ali Khamenei, de 83 años, acusó al archienemigo de Irán, Estados Unidos y sus aliados, de avivar las protestas, que Teherán ha tratado de presentar como “disturbios”.
Los activistas de derechos dicen que las manifestaciones fueron provocadas por la ira por la represión de las mujeres, antes de expandirse para incluir otras quejas.
“Me opongo a las acciones de mi hermano”, dijo la hermana de Khamenei, Badri Hosseini Khamenei, quien se cree que está en Irán, en una carta publicada en línea por su hijo Mahmoud Moradkhani, residente en Francia. “Expreso mi solidaridad con todas las madres que lloran los crímenes del régimen de la República Islámica”, desde la época de su fundador, el ayatolá Ruhollah Khomeini, “hasta la era actual del califato despótico de Ali Khamenei”, escribió.
“Mi preocupación siempre ha sido y siempre será la gente, especialmente las mujeres de Irán”, agregó.
Acusó al régimen de traer “nada más que sufrimiento y opresión a Irán y a los iraníes” desde que se estableció tras la Revolución Islámica de 1979 que derrocó al sha.
“El pueblo de Irán merece libertad y prosperidad, y su levantamiento es legítimo y necesario para lograr sus derechos.
“Espero ver pronto la victoria del pueblo y el derrocamiento de esta tiranía que gobierna Irán”, dijo.
Badri Hosseini Khamenei pidió al poderoso Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica que “deponga las armas lo antes posible y se una al pueblo antes de que sea demasiado tarde”.
Lamentó que “por dolencias físicas” no pudo participar en las protestas.
“Mi hermano no escucha la voz del pueblo de Irán y considera erróneamente que la voz de sus mercenarios y usurpadores de dinero es la voz del pueblo iraní.
“Se merece con razón las palabras irrespetuosas e insolentes que usa para describir al oprimido pero valiente pueblo de Irán”, escribió.
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