Con 26 años, Mauro Stendel es un ejemplo de perseverancia, esfuerzo y convicción. Dejó Argentina a los 17 años, se enroló en Tzahal, el ejército israelí donde fue seleccionado para ser parte de Duvdevan la “Unidad Secreta de élite” cumpliendo misiones especiales. Luego, con tan solo 500 dólares en su bolsillo viajó a Nueva York tras sus sueños, durmió en un auto prestado y hoy triunfa como empresario inspirando a otros jóvenes a emprender.
Mauro Stendel nació en Buenos Aires, en el barrio porteño de Caballito. Desilusionado con las posibilidades que la Argentina le entregaba a los 17 años y tras finalizar sus estudios secundarios en la escuela ORT, decidió irse a Israel con un objetivo muy claro. Su sueño era ingresar en la “Unidad Secreta del Ejército”, algo muy difícil para un extranjero, y más aun sin saber el idioma.
Soy un joven emprendedor y sigo mi corazón siempre, afirma entre risas.
El camino hacia la unidad de elite del ejercito israelí
Cuenta que desde su temprana adolescencia supo que quería servir en una unidad especial del ejército de Israel. “No sabía si quería o no vivir en Israel, pero sabía que, si no era ciudadano israelí, nunca me iban a aceptar en una unidad especial”.
Desde chico que Mauro tiene una pasión por los deportes. “Hice FutSal en Hebraica y luego Boxeo en el Club Atlanta, pero mi verdadero deseo de ser parte de una unidad especial del ejército israelí, fue tras haberme voluntariado como parte de la seguridad de la comunidad judía argentina”.
Los profesores le decían que tenía pasta para eso. Cada vez se interiorizaba más en temas de seguridad comunitaria y el punto de inflexión fue cuando voluntariamente sirvió como seguridad en uno de los actos conmemorativos del atentado a la AMIA en Buenos Aires. “Al ver a la seguridad israelí con el equipamiento de avanzada y el profesionalismo yo dije ¡Quiero estar ahí, quiero ser parte!” nos dice con los ojos de un niño al entrar a una juguetería.
“También me cayó la ficha de todo lo que hace Israel por la seguridad de las comunidades judías en la diáspora. Si voy a vivir 90 años darle 3 años de mi vida a Israel me parece justo”.
Con total convicción en el 2013 emigro a Israel. Vivió en un kibutz donde trabajaba duro a cambio vivienda y comida, mientras estaba enfocado en aprender hebreo y se preparaba física y mentalmente para cumplir su sueño. “En el Kibutz había jóvenes de todo el mundo y muchas distracciones, pero yo nunca me desvié de mi foco, aprender bien hebreo y entrenarme físicamente para entrar en la unidad especial”.
Para ingresar en la unidad especial, primero fueron seleccionados 5.000 aspirantes, más tarde 500 y finalmente, sólo quedaron los más calificados. En cada etapa de selección, Stendel fue progresando hasta que finalmente se convirtió en uno de los 25 soldados preseleccionados para misiones especiales. Luego de un año y medio de entrenamiento quedaron 14 personas seleccionadas. Mauro era uno de ellos.
“Buscaban gente que corra rápido y para eso me hacían correr muchísimo. En el entrenamiento militar te quiebran mental y físicamente, vomite muchísimo”. Comenta que el vómito y el desmayo es algo común en este tipo de entrenamientos y termina con una frase categórica; “no existe frenar, el entrenamiento se termina y la meta se cumple”.
Aclara que el entrenamiento no es solo físico. Hay mucho estudio de distintas cuestiones, árabe, Krav Maga, manejo de armas, antiterrorismo, paracaidismo. “Es un año y medio lleno de distintas pruebas, por ejemplo 11 semanas de navegación terrenal sin mapa, con 40% de tu peso corporal en la mochila”.
Fue parte de “Duvdevan”, la unidad de élite de las fuerzas especiales. Se trató de un hecho inédito: que un argentino forme parte de las misiones especiales del Ejército israelí.
Mauro ha formado parte de más de 50 misiones importantísimas sirviendo a la unidad secreta del ejército. “Fue una experiencia única, de la que me llevo grandes aprendizajes que hoy aplico en mi vida diaria”, afirma.
“Lo que yo viví es difícil de explicar, lo más parecido es la serie de Fauda”. Relata mientras aclara que no existe una relacion personal de odio entre los terroristas palestinos y los soldados de Israel. “Nadie sabe quién sos, pero vos los tenes re estudiados a los terroristas”.
Stendel cuenta que la preparación para cada operación es distinta. “Se estudia mucho a cada persona, sus movimientos, sus contactos. Si es una emergencia se planea en minutos o incluso en el auto mientras se la va a buscar y si es una persona muy importante en donde hay más tiempo podemos planear hasta meses”.
Habiendo cumplido funciones en distintos países, advierte que sus principales operaciones fueron en aldeas palestinas.
“En las aldeas palestinas es donde te haces hombre” manifiesta con orgullo. “Después de estar un año y medio entrenando para entrar a cumplir operaciones que son vitales para la seguridad de muchos israelíes, las ganas de entrar y cumplir las operaciones son enormes”.
Su vision sobre el conflicto árabe israelí
A modo reflexivo y tomando distancia de su experiencia personal cuenta que haber estado en el terreno le cambio sustancialmente su perspectiva sobre el conflicto árabe israelí.
“De verdad, yo soy pro israel, pero llegue a tener un entendimiento muy profundo de las razones palestinas, de sus motivaciones, de cómo se manejan, de cómo viven y porque palestina esta como esta. Es tanto el conocimiento que adquirí de Palestina que creo que hasta un palestino en la diáspora entiende menos, por ser que su conocimiento también este tamizado por lo que le cuentan los referentes de su comunidad sobre la situación.”
Con mucha didáctica explica la realidad de los palestinos a través del siguiente ejemplo:
Supongamos una persona pobre de Cisjordania. No consigue trabajo y si consigue le pagan muy poco. Va al colegio y le dicen: “tu vida es una miseria, por culpa de la ocupación israelí”. Va a la Mezquita (porque no hay otra cosa para hacer en la aldea) y el Sheikh le dice: “tu vida es una miseria por que los israelíes te ocuparon”.
No hay desarrollo, no hay actividades deportivas, no hay lo que hacer. Tu único entretenimiento es cada tanto tirarles una piedra a soldados israelíes al grito de “Viva palestina libre”.
Cuando creces te dicen que tu primo murió “Shahid” (mártir) porque murió defendiendo su tierra. Vez que a tu tío ahora le va bien porque como su hijo murió como mártir recibe apoyo económico mensualmente y es mas respetado en la sociedad palestina.
Así las cosas, vos siendo un niño de 14 años que lo único que tiene es mucho odio hacia Israel porque es lo que te inculcaron desde que naciste, de repente el terrorismo pasa a ser una opción.
Para explicar el comportamiento del gobierno palestino, utiliza otro ejemplo: “El gobierno de palestina es como el actual de Argentina o Venezuela, buscan mantener a la gente pobre y dependiendo de ellos así pueden perpetuarse en el poder y seguir mandando a sus hijos a estudiar en las universidades mas prestigiosas de Europa”
Eso no existe. ¿Me entendes? Es como que yo ahora vuelva a Rusia y le pida la llave que le sacaron a mi abuelo hace 150 años. No existe.
Habiendo contado el funcionamiento del gobierno palestino y el comportamiento de los terroristas cuenta que tampoco el temía la muerte. “Yo sabía que me iba a enfrentar con personas que no valoran la vida y estaban dispuestos a morir como mártires, pero a mí también me hicieron perder ese miedo. La mentalidad en el ejército de Israel es que la meta se cumple o se cumple. No hay posibilidad de no cumplir el objetivo. La misión se cumple a todo riesgo.
Por ejemplo, en un entrenamiento me tuvieron 6 horas hasta que logre ir a tocar un árbol y volver en 30 segundos. Es sumamente frustrante y a las 4 horas ya no podes más, pero cuando lo logre el mensaje fue ese: “la meta se cumple no importa el esfuerzo”. ¿Como puede ser que lo logre después de horas de esfuerzo y con mayor cansancio? Se pregunta Mauro retóricamente y responde: “La mente te pone un montón de límites. Si podes descubrirlos y controlarlos logras controlarte y cumplir tus metas aún bajo presión”.
Si yo me quiero hacer millonario y elijo irme a Nueva York, hay un montón de pensamientos limitantes. No conozco a nadie, no voy a tener donde dormir y muchos más…. Son todos limites que yo aprendí a controlarlos. Si tengo que dormir en un auto lo hago porque mi meta es ser millonario.
Lecciones de vida
Las lecciones de su paso por el ejército de Israel son muchas. “Lo que principalmente me dejo es la idea de que no hay límites. En el ejército alcance cosas que nunca me hubiese imaginado. Camine 120 km sin parar con el 40% de mi peso corporal en la mochila y lo logre. Termine herniado con los meniscos rotos, pero lo logre. De nuevo, la meta se cumple.”
Insiste que los limites no existen y que son una construcción de nuestra mente que vienen desde el miedo.
Al mejor estilo de un espía de elite, expone sobre una estrategia que aprendió en el ejército que consiste en la mimetización.
“Si yo tengo que agarrar a un terrorista que es sumamente custodiado, que siempre está acompañado, que tiene sus propios túneles hacia la casa de su novia, es muy difícil que vayas como soldado y lo puedas arrestar. Pero, si te mimetizas a su ambiente, a donde se mueve, a como se viste la gente en su aldea y vas con un camión de verduras a las 3 de la madrugada como si fueras un pueblerino y justo sabes que a esa hora regresa a su casa porque los jueves va a visitar a la novia, es mucho más fácil atraparlo.
¿Lo has hecho?
Silencio. Risas.
Si lo he hecho. Muchas veces.
Insiste: “Si quiero atrapar a un terrorista tengo que comer como el, hablar como el, rezar como el, respirar como el, caminar como él y esa misma lógica la apliqué cuando me fui a Nueva York. Yo no tenía un centavo, pero lo poco que tenía lo usaba para presentarme como una persona rica, rodearme de ellos de sus ideas, de sus contactos y de sus negocios. Yo dormía en un auto, pero me presentaba en un evento de millonarios y hablaba como uno de ellos, así logre meterme en sus círculos.
Aclara: “No se trata de aparentar, se trata de conocer sus costumbres, sus motivaciones, sus razones sociales e ideológicas, conocer como se mueven y que así empiecen a ofrecerte su capital y compartirte sus negocios”.
Relata que no siempre es tan fácil el cambio abrupto de personalidad. “A veces no encuentro un ambiente en el que me siento cómodo. Ahora regrese un poco a mi argentinidad, comiendo asado, escuchando cumbia villera y tomando fernet. Pero hay momentos en donde necesito rodearme con israelíes y escuchar solo hebreo. A veces me agarra ganas de ser palestino también (risas). Es por eso que a modo de broma afirma: “Yo soy 100% argentino, israelí y palestino”.
Actualmente comparte las lecciones de su vida en redes sociales y considera que lo atractivo de su contenido es la falta de filtros: “Hago lo que quiero cuando quiero y no me importa nada. Muestro ciertas libertades que la gente desea tener. No incentivo a nadie a nada ilegal, pero hago lo que quiero y eso atrae a mucha gente. ¿Quién dijo que no podes ser millonario a los 20 años? ¡Yo lo hice y se puede!”
Su eslogan en las redes es “Si lo desean no será una leyenda”. Inspirado en la histórica frase de Hertzl (Si lo queréis no será una leyenda”), cuenta que tras el asesinato de 6 millones de judíos en la Shoa ahora existe un país fuerte como Israel y con un ejército propio, algo que era impensado y se logró.
En términos personales afirma: “Me fui a un país sin saber su idioma y en dos años entre a la unidad de elite más especial. Luego viajé a Estados Unidos y en dos años me hice millonario. Todo esto también parece imposible, pero con mucho esfuerzo se logra”.
A modo reflexivo compara la sociedad argentina donde nació y creció con la sociedad de Israel, país en donde sirvió militarmente. “En la sociedad argentina está muy alabado el hecho de ser vago y atorrante, el coimear al policía. Son cosas que, si bien nos dan esa viveza criolla, nos hacen reír y se cuentan como anécdota en un asado, no nos damos cuenta, pero eso no nos lleva a ningún lugar y nos deja estancados”.
Esas son cosas que en la sociedad israelí son muy mal vistas. En Israel coimear a un policía es algo muy mal visto. El tema es que en Argentina pensamos que somos los reyes del mundo y cuando salís afuera te das cuenta que no somos nada. Argentina se creó hace más de 200 años y mira donde esta. En cambio, Israel con 70 años mira todo lo que alcanzo.
Entonces tan vivos no somos los argentinos…
A los jóvenes que piensan en Israel como una opción de vida les digo que no tengan miedo. Lo que sucede a veces con “el sionista de la diáspora” es que está dispuesto a defender a Israel, pero con binoculares, desde lejos. Mi frase es que son sionistas de sillón.
El sionismo no se dice ni se piensa, ni se comparte en Facebook. El sionismo se hace.
Si para los israelíes fuese opcional ir al ejército, ¿dónde estaríamos?
Sin Israel, ¿quién te asegura que no suceda otra Shoa?
Solo Israel es la garantía de seguridad para el pueblo judío. Israel todos los días se esfuerza para garantizar la seguridad de cada judío/a donde quiera que este. Yo lo vi con mis propios ojos. Es algo increíble. Creo que la gente debe considerar mas todo lo que hace Israel por el pueblo judío. No digo que vayan todos al ejército, pero por lo menos anda y planta un árbol. El sionismo se hace.
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