Irán instaló centrifugadoras extra avanzadas en su planta subterránea de enriquecimiento de uranio en Natanz que fue golpeada por una explosión la semana pasada, mostró un informe del organismo de control atómico de la ONU el miércoles, profundizando las violaciones de Irán de su acuerdo nuclear con las principales potencias.
La explosión y un corte de energía dañaron un número indeterminado de centrifugadoras y la televisión estatal iraní mostró imágenes de máquinas que, según dice, fueron reemplazadas allí. Irán ha culpado a Israel por la explosión. Israel no ha comentado formalmente al respecto.
El informe de la Agencia Internacional de Energía Atómica no fue claro sobre cuántas centrifugadoras están en uso, pero si menciono que el número se ha incrementado. El informe no menciona la explosión ni su efecto en la actividad de la planta.
“El 21 de abril de 2021, la Agencia verificó en la que: … se instalaron seis cascadas de hasta 1.044 centrifugadoras IR-2m; y dos cascadas de hasta 348 centrifugadoras IR-4”, dijo el informe de la AIEA a los estados miembros, refiriéndose a la planta subterránea de enriquecimiento de combustible en Natanz.
Según un informe anterior, el OIEA verificó el 31 de marzo que Irán estaba usando 696 máquinas IR-2m y 174 máquinas IR-4 en la FEP.
El informe del miércoles es la evidencia más reciente de que Irán sigue adelante con la instalación de máquinas avanzadas, a pesar de que no está autorizado a utilizarlas para producir uranio enriquecido según el acuerdo de 2015.
El acuerdo solo permite a Irán producir uranio enriquecido en su Planta de Enriquecimiento de Combustible (FEP) subterránea en Natanz con centrifugadoras IR-1 de primera generación, que son mucho menos eficientes que los modelos avanzados.
Las partes europeas del acuerdo han visto avances en las dos primeras rondas de negociaciones indirectas entre Estados Unidos e Irán para reactivar el acuerdo, pero dijeron el miércoles que aún quedan grandes obstáculos por superar.
Estados Unidos se retiró del acuerdo en 2018 y volvió a imponer sanciones a Irán bajo el presidente Donald Trump, quien se opuso al acuerdo y trató de arruinarlo. Irán respondió a partir de 2019 incumpliendo muchas de las restricciones del acuerdo sobre sus actividades nucleares.
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