El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, destacó el martes su compromiso de evitar que Irán adquiera armas nucleares y reiteró la voluntad de su administración de volver a unirse al acuerdo de 2015 que limita el programa nuclear de la República Islámica.
Hablando ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, Biden también promocionó el apoyo estadounidense a la seguridad de Israel y dijo que la solución de dos estados al conflicto israelí-palestino era “la mejor manera” de garantizar que Israel siga siendo un estado judío y democrático.
“Estados Unidos sigue comprometido con evitar que Irán obtenga un arma nuclear… Estamos preparados para volver a cumplir plenamente [el acuerdo] si Irán hace lo mismo”, dijo.
Biden dijo que Estados Unidos estaba “trabajando” con China, Francia, Rusia, Gran Bretaña y Alemania para “involucrar a Irán diplomáticamente y buscar un retorno al” acuerdo nuclear, conocido formalmente como el Plan de Acción Integral Conjunto, que Estados Unidos abandonó en 2018 bajo el entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Biden ha declarado repetidamente su compromiso de volver a unirse al acuerdo si Irán revierte sus violaciones del acuerdo, que ha incumplido cada vez más desde la retirada de Estados Unidos.
Mientras hablaba, el portavoz oficial de Irán del Ministerio de Relaciones Exteriores de Irán dijo que las conversaciones sobre la restauración del acuerdo nuclear se reanudarán en las próximas semanas.
Más tarde, al abordar el conflicto palestino-israelí, Biden dijo que el compromiso estadounidense con la seguridad de Israel “es incuestionable y nuestro apoyo a un estado judío independiente es inequívoco”.
“Sigo creyendo que una solución de dos estados es la mejor manera de asegurar el futuro de Israel como un estado judío democrático, viviendo en paz junto a un estado palestino viable, soberano y democrático”, dijo.
“Estamos muy lejos de este objetivo en este momento, pero nunca debemos permitirnos renunciar a la posibilidad de progreso”, agregó.
El presidente de Estados Unidos no pidió una reanudación inmediata de las conversaciones de paz entre israelíes y palestinos, que han estado congeladas desde 2014. En cambio, su administración ha estado alentando los esfuerzos para “promover la paz”.
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