En contra del plan de paz de Estados Unidos, los palestinos dicen que están listos para conversaciones directas con Israel.
Ramallah también le dice al Cuarteto de paz que acuerda “cambios menores en la frontera”, fuerza internacional de mantenimiento de la paz, pero que retirará la oferta si continúa la anexión israelí de Cisjordania
Los palestinos están preparados para renovar las conversaciones de paz largamente estancadas con Israel y para acordar concesiones territoriales “menores”, de acuerdo con una contrapropuesta a un controvertido plan estadounidense.
Un texto de la Autoridad Palestina enviado al Cuarteto de paz internacional, y visto el lunes por AFP, dijo que los palestinos están “listos para reanudar las negociaciones bilaterales directas donde se detuvieron”, en 2014.
El primer ministro de la Autoridad Palestina, Mohammed Shtayyeh, dijo el 9 de junio que la AP había redactado una respuesta a la propuesta de Estados Unidos, pero no mencionó previamente una nueva disposición para reanudar las conversaciones directas con Israel. El gobierno de coalición de Israel fijó el 1 de julio como la fecha a partir de la cual podría comenzar a anexar unilateralmente franjas de Cisjordania, los asentamientos y el estratégico Valle del Jordán, que se le asignaron en virtud de la propuesta de paz en el Medio Oriente del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
La Autoridad Palestina dijo que la contrapropuesta sería retirada si Israel prosigue con la anexión “de cualquier parte del territorio palestino”.
“Nadie tiene tanto interés como los palestinos en alcanzar un acuerdo de paz y nadie tiene tanto que perder como los palestinos en ausencia de paz”, decía la carta de cuatro páginas al Cuarteto de las Naciones Unidas, Estados Unidos, Rusia y la Unión Europea.
“Estamos listos para tener nuestro estado con un número limitado de armas y una poderosa fuerza policial para hacer cumplir la ley y el orden”, dijo, y agregó que aceptaría una fuerza internacional como la OTAN, con el mandato de la ONU, para supervisar el cumplimiento de cualquier eventual tratado de paz.
El texto también propone “cambios fronterizos menores que se habrán acordado mutuamente, basados en las fronteras del 4 de junio de 1967”, cuando las fuerzas israelíes tomaron el control de Cisjordania.
Más de 450,000 israelíes viven en Cisjordania, en asentamientos considerados ilegales por la mayoría de la comunidad internacional, junto con unos 2,8 millones de palestinos.
La propuesta de Washington prevé la eventual creación de un estado palestino, pero en un territorio reducido y sin la demanda central de los palestinos de una capital en Jerusalén Este.
El plan ha sido rechazado en su totalidad por los palestinos.
La Unión Europea se opone y exige que Israel abandone sus ambiciones de anexión.
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