El primer ministro Naftali Bennett habló el sábado con el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, y expresó su decepción por la falta de condena del organismo internacional por los recientes ataques con cohetes desde Gaza.
“La comunidad internacional no debe estar al servicio de la agenda de las organizaciones terroristas. Israel es la fuerza estabilizadora”, dijo Bennett a Guterres, según un comunicado de su oficina.
“Si no hubiéramos establecido el orden [en el Monte del Templo], decenas de miles de musulmanes no habrían podido rezar”.
Los ataques con cohetes de esta semana pusieron fin a un período de calma de casi cuatro meses en la frontera de Gaza.
Los últimos días han sido testigos de violentos enfrentamientos entre manifestantes palestinos y la policía en el Monte del Templo en Jerusalén, que han dejado decenas de palestinos y varios policías heridos.
Hamas y otros grupos terroristas con base en Gaza han invocado repetidamente el lugar sagrado del punto crítico como una línea roja. Las acciones policiales para sofocar los disturbios allí el año pasado estuvieron entre los desencadenantes de una guerra de 11 días en Gaza en mayo pasado.
Bennett también le dijo a Guterres que los disturbios en el Monte del Templo fueron provocados por “personas que habían preparado rocas y cócteles Molotov de antemano”.
Los dos también discutieron el viaje esperado del secretario general a Rusia y Ucrania la próxima semana, y los esfuerzos diplomáticos en curso para poner fin a la guerra entre Moscú y Kiev.
La oficina de Guterres dijo que él y Bennett discutieron las tensiones en torno a los lugares sagrados de Jerusalén y los esfuerzos para “terminar con las provocaciones y los pasos unilaterales y restaurar la calma”.
Guterres “reiteró que se debe mantener y respetar el statu quo en los lugares sagrados”, dijo su oficina, refiriéndose al Monte del Templo.
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