El embajador argentino, Sergio Urribarri, fue convocado por la Cancillería de Israel para “una conversación aclaratoria”, que en términos diplomáticos significa demostrar el malestar del gobierno de Benjamin Netanyahu a la presidencia de Alberto Fernández por haber respaldado la creación de una comisión investigadora sobre presuntos crímenes de guerra al tratar de defender un Estado democrático que era atacado por la organización terrorista Hamas desde la Franja de Gaza.
Se trata de un episodio inusual en la relación bilateral y que sólo ocurrió en 2013, cuando el vínculo se había puesto en crisis por el Pacto con Irán, en el anterior gobierno kirchnerista.
El director general Adjunto para América Latina y el Caribe, Modi Ephraim, aclarará al embajador Urribarri que la expectativa de Israel respecto a un país amigo como Argentina es lograr que esa cercanía diplomática aparezca con nitidez al momento de enfrentar una ofensiva del terrorismo árabe en los escenarios multilaterales.
Modi Ephraim sostendrá también ante Urribarri que Argentina debería mostrar comprensión sobre los desafíos de seguridad que enfrenta Israel y reconocer su derecho y deber de proteger a sus ciudadanos contra los 4.300 misiles que disparó Hamas desde la Franja de Gaza.
En este contexto, Modi Ephraim finalmente planteará a Urribarri que para Israel es inconcebible que Argentina se posicione junto países hostiles en una resolución de la ONU que no contribuye a la paz y que facilita el terrorismo de Hamas.
Pakistán y Palestina solicitaron en las Naciones Unidas (ONU) que se creara la comisión investigadora y Argentina decidió votar a favor junto a China, Rusia, Cuba, Bolivia y Venezuela, y tomar distancia de Alemania, Francia e Italia que son sus aliados en la negociación con el FMI, y de Brasil y Uruguay, que integran el Mercosur junto a Paraguay.
La decisión geopolítica de Alberto Fernández, que sorprendió a la Casa Blanca y sus socios en Europa, coloca en pie de igualdad institucional a Israel y Hamas. Una simetría legal que contradice la historia de las últimas décadas en Medio Oriente: Israel es un Estado, mientras que Hamas es una organización terrorista que opera desde Gaza.
El Presidente consideró que la réplica de Israel contra Hamas fue asimétrica, y su canciller Felipe Solá evaluó que Gaza se parece a La Matanza (localidad de la Provincia de Buenos Aires) y por lo tanto se debe determinar si hubo un exceso en la respuesta israelí a la agresión constante de un grupo fundamentalista que niega el Holocausto y su tragedia ocurrida en el siglo XX.
La mencionada posición del gobierno argentino ha despertado malestar en la comunidad judía local. El presidente de la Daia Jorge Knoblovits ha afirmado: “Lamento que mi país encuentre aliados que no respetan los derechos democráticos, que tengan su punto de encuentro en la condena a Israel. Lamento que mi país, que adoptó hace meses la definición de antisemitismo de la IHRA, no se ajuste a lo que sostiene. Debemos todos los argentinos condenar esta adhesión y alianza contra Israel y a favor de una organización terrorista”.
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